El adios a la ciencia ratomórfica

Estamos frente a una revolución en el entender la ciencia y la tecnología;
estamos frente a una verdadera investigación con inclusión social. 

Durante siglos la investigación básica en medicina fue realizada por los propios médicos. La llegada de una legión de científicos superespecializados tales como biotecnólogos, nanotecnólogos, bioingenieros, etc imprimió un impulso inédito a la investigación...pero olvidaron al paciente. 
 
Así, la investigación se transformó en "ciencia ratomórfica" eludiendo la oportunidad de escuchar (y ver) de primera mano las necesidades sociales de salud. Aquellos tienen las respuestas, pero carecen de las preguntas.
 
Desde hace poco más de diez años convergen los extraordinarios nuevos científicos con la singular óptica de los médicos. Emergió la promisoria investigación traslacional (en la que los saberes de ambas disciplinas se atraviesan) y con ello un renovado impulso al acceso a nuevos conocimientos.
 
Desde hace aún menos se incorpora una inesperada (¿inesperada?) nueva perspectiva: la del paciente o los grupos de pacientes para ser más precisos. Esta extraordinaria incorporación, que ocurre por primera vez en la historia científica universal, está recien adaptándose a su nuevo rol.  
Los pacientes siempre tuvieron mucho que decir, quienes sino los que poseen la "mirada del afectado" para reformular las preguntas acerca de que investigar. Nacen de esta manera los laboratorios ciudadanos
 
Es de esperar un nuevo impulso a la ciencia médica con un inmediato y profundo impacto sobre la salud pública.

Jorge Velasco Zamora
Presidente Fundación Articular